Si pensás que los cimientos de nuestro mundo digital se pusieron en algún garage a principios del nuevo milenio, te tengo noticias: el asunto comenzó mucho antes. Y si el revisionismo autoritario, parcial y sesgado que gobierna estas líneas me permite encontrar un año que se ganó todo el derecho de ser llamado “visionario”, ese es precisamente 1994.
Pero antes de sumergirnos en los hitos tecnológicos que marcaron la época, divirtámonos con un poco de contexto cultural. En el cine, 1994 nos regaló clásicos inolvidables como “Pulp Fiction”, “Léon: The Professional” y “Forrest Gump”, entre otros gigantes que redefinieron la pantalla grande.
En la música, Massive Attack nos dejó “Protection”; Green Day hizo historia con “Dookie”, mientras que Oasis debutaba con “Definitely Maybe” y Blur brillaba con “Parklife”. Por Argentina la cosa anduvo muy bien: Fito Páez nos trajo “Circo Beat”; Los Piojos sacudieron con “Ay ay ay”; La Renga lanzó “A donde me lleva la vida”, y Charly García, siempre único, nos regaló “La hija de la lágrima”.
Ahora sí, volvamos a lo que realmente nos interesa. Aquí va una lista no solemne, pero sí cargada de respeto, de las tecnologías que cumplen 30 años este 2024. Algunas de ellas, todavía las usamos como si hubieran nacido ayer.
- Netscape Navigator: cuando la Web se sacó el pijama
Hasta 1994, internet era un antro académico: genial, sí, pero bastante limitado en comparación a cómo lo conocemos hoy en día. Entonces apareció Netscape Navigator, un navegador que, para los estándares actuales, sería algo así como un televisor blanco y negro, pero que en su momento fue oro en polvo.
Gracias a él, la web empezó a ser un lugar para la gente común. Vos, yo, los oficinistas, los estudiantes que procrastinaban. Ahí nació la Internet que hoy nos permite ver memes de gatos a las tres de la mañana, pedir una pizza al otro lado del mundo para que le llegue a un amigo, o incluso leer este hermoso newsletter.
- A un click: El surgimiento del eCommerce
Agosto de 1994. Un tal Dan Kohn hizo historia vendiendo un CD de Sting (“Ten Summoner’s Tales”). El detalle: fue la primera transacción de comercio electrónico. Ese click es como el ancestro de tu última compra online, sea lo que sea — esperemos que no fuera una suscripción a un casino online — . Hoy compramos de todo, pero alguien tuvo que empezar con un CD, porque ni los visionarios del ’94 se animaban a vender un Pokémon edición limitada.
- Amazon: De vender libros a conquistarlo todo
También en 1994, Jeff Bezos decidió que vender libros desde su garage era una buena idea. Spoiler alert: tenía razón. Lo llamó Amazon, porque Nilo ya estaba registrado (no, mentira, era por el río gigante). Lo que empezó como una biblioteca virtual es ahora un monstruo que te manda desde papel higiénico hasta drones. Los videos de la época muestran los últimos momentos de la batalla entre Bezos y los pelos que le quedaban. De las pocas batallas que ha perdido el magnate.
- IBM Simon: El smartphone de los Picapiedras
Hoy mirás tu teléfono y es básicamente una supercomputadora que te transforma en una especie de súper humano. Te conecta, te guía, te entretiene. Pero en 1994, el IBM Simon era todo eso… pero como si lo hubieran diseñado a base de productos ACME. Pesaba más que tu mochila del secundario, pero podías mandar mails y faxes. Tenía sistema operativo y aplicaciones. ¿Rápido? No. ¿Revolucionario? Absolutamente. Era como un ensayo general del futuro.
- Sony PlayStation: Los videojuegos se pusieron serios
Antes de 1994, las consolas eran juguetes de niños (y, aceptémoslo, de sus padres en secreto). Entonces Sony lanzó la PlayStation, que básicamente les dijo a los adultos: “Dejen de mentirse; esto también es para ustedes”. Era elegante, poderosa, y con gráficos que para la época, te dejaban boquiabierto. Recuerdo el salto cuantitativo que fue para nuestra generación pasar del NES a esto.
Y todo lo demás que pasó mientras nadie miraba. Ese año también fue testigo de avances científicos, como el mapeo del genoma humano y la popularización de los CD-ROM, esos discos que guardaban datos, juegos y virus en partes iguales. Fue un año que no paró de tirar fichas en la ruleta del futuro, y nosotros, treinta años después, seguimos apostando. ¿Qué cosas te imaginas que van a suceder en los próximos 30 años?