Se empieza a hablar mucho de la Who Cares Era. En paralelo a lo que sucedió con Nadie lee nada, un periódico de Chicago escribe un suplemento entero con IA —– reformulo. Una IA escribe por completo un suplemento, el sistema alucina en varias de las 64 páginas, nadie chequea, se edita, se maqueta, se imprime, se distribuye y se lee. Nadie dice nada hasta que un par de días después, un lector nota algo raro y todo sale a la luz.

Entonces, nos preguntamos si importa, si a alguien le importa. ¿A los lectores, a los productores de contenidos, a los dueños de los medios, a los patrocinadores? En dos días ya nadie lo recuerda. Siga, siga.

El mundo anda demasiado feo como para ahondar en eso, así que hoy les propongo ir por la vía opuesta. 

Yo creo que sí: importa que las cosas importen. Lo más radical que podemos hacer es involucrarnos, ocuparnos, crear.

Mientras la cultura avanza hacia la producción de contenidos repetidos y vacíos, hechos para ser desechados antes de ser consumidos, la mejor manera de resistir es haciendo.

Mirá una película con el móvil apagado; leé un libro en silencio; escuchá un disco en completa oscuridad; anímate a escribir esa obra que vive hace años en tu mente. Al final del día, lo único que queda en pie es lo que hiciste con tus propias manos, con tus ideas, con tu propia voz. No importa si sale imperfecto, si está lleno de errores: lo importante es que lo hagas.