Vi suficientes películas, series y cortos como para saber que esto no termina bien. Aun así, esta vez voy a correrme de ese lugar y explicar otros puntos de vista. De todas maneras, miren Blinky después de leer esto.

Cada vez que la humanidad incorpora una tecnología disruptiva, casi nunca podemos prever las transformaciones y los empleos que traerá. Si hace treinta o cuarenta años atrás decías que te ibas a dedicar a “algo de ecommerce”, probablemente te hubiesen mirado con cara rara, porque en ese momento nadie tenía forma de adivinar los puestos de trabajo que iban a surgir con la masificación de Internet. No tuvimos la bola de cristal antes ni la tenemos ahora. 

Entonces, dejando de lado la autonomía limitada del bicho este ¿quién te dice que dentro de unos años no sea totalmente aceptado que alguien haga tareas en una casa o un negocio, pero comandando un robot a distancia? 

Pienso en al menos tres de mis amigos que están leyendo estas líneas y esto le parece una idea fantástica, casi que babean. Sí, a ustedes les estoy hablando.

En un futuro no tan lejano, cuando los robots como NEO sean más accesibles y se perfeccionen mecánicamente para no tardar mil años en completar tareas simples como sí sucede ahora, ahí va a haber un negocio enorme, ya se los anticipo.

Me voy a poner en abogado del diablo: es súper vendible como autonomía laboral para quien tiene que efectivamente hacer las tareas. Es decir, del mismo modo que quienes trabajamos con una notebook podemos movernos remoto, los controles y casco de VR permitirían que esa persona trabaje desde cualquier lado. Hoy está acá, mañana allá, pasado no se sabe, pero ocasionalmente conectada al robot, como si fuera una especie de telepresencia doméstica.

Ni hablar que una misma persona, en turnos de dos o tres horas, bien podría trabajar para más de una locación en una misma jornada. Una casa en México, un departamento en Grecia, una tienda en Australia. No parecen haber muchos límites una vez la robótica le permita alcanzar las mejoras que le hacen falta al producto. Creo que es solo una cuestión de tiempo.