Si pensaban que la ansiedad tecnológica es monopolio exclusivo de los muchachos de Mountain View, pues están completamente equivocados. El otro niño rico que tuvo una semanita de anuncios fue mi amigo personal Elon Musk, quien ya prepara Grok 5 para el primer trimestre de 2026.
La cifra promocional es de seis billones de parámetros —los números internos que el modelo ajusta para aprender patrones, no significa que los use todos al mismo tiempo—. Esto no le dice nada a nadie, lo sé. Lo importante es mirar otra cosa, porque la verdadera apuesta no está en el tamaño en sí, sino en la fuente de datos sobre la cual se nutre el sistema.
Dicho de otra manera: Musk está convencido de que su diferencial está en el acceso a datos en tiempo real provenientes de los 600 millones de usuarios de X, a diferencia de otros modelos entrenados principalmente con corpus digitales estáticos.
El uso de datos del “mundo real” que plantea puede ser una ventaja competitiva, es cierto, pero también trae preguntas sobre temas que están en discusión permanente, como la privacidad, la ética, la veracidad y calidad de la información, la repetición de sesgos negativos, entre otras preocupaciones no menores.
Justo X, que es el reino de la desinformación, los discursos de odio, las amenazas y realmente todo lo que está mal en este mundo salvo por esta cuenta y esta otra. Tampoco Musk resuelve las dudas respecto a si este supuestamente “nuevo” enfoque que plantea de verdad supera a las arquitecturas tradicionales y actualmente vigentes. El tiempo dirá.
Para finalizar, el hombre más rico del planeta adelantó que planea crear chips propios (el A15, presuntamente hasta tres veces mejor que NVIDIA y diez veces más barato), además de su propia fábrica de láminas de silicio sobre las cuales se fabrican los chips. Su estrategia es evidente: construir no solamente el software de la AGI, sino también su ecosistema físico. Lo mismo que quiere hacer OpenAI en su sociedad con NVIDIA, por ejemplo.
Veremos cómo resulta. Aunque todavía no esté claro cómo sigue esta maratón de quema de recursos, lo evidente es que la disputa no es únicamente por la inteligencia, sino por ver quién de todos estos señores millonarios tiene el hardware más largo.