A fines del 2019, según el Informe de Inclusión Financiera elaborado por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), el 80% de los adultos en Argentina acusaba tener una cuenta bancaria, un número muy similar al que ostentan los países desarrollados. No obstante, existía una “falta de percepción de esa tenencia por una gran parte de la sociedad”, debido a que apenas el 48% aseguraba tener una cuenta, lo que “demuestra que permanecen abiertos frentes para generar una mayor concientización de esta herramienta”.
Luego llegó el 2020 y con él, la pandemia. Durante el segundo trimestre de este año se abrieron 4,8 millones de nuevas cuentas de depósito en pesos, lo que se traduce en un incremento del 10% del total de cajas de ahorro del país. En números concretos, se pasó de 47,5 a 52,3 millones en solo tres meses.
Hay dos aspectos claves, según el informe del BCRA, que explican este crecimiento. El primero es la posibilidad de la apertura de nuevas cuentas de manera remota. El segundo es la obligación de las entidades bancarias y financieras de brindar la Cuenta Gratuita Universal (para el cobro del Ingreso Familiar de Emergencia, IFE; y el de Asistencia al Trabajo y la Producción, ATP). De hecho, de acuerdo con cifras del BCRA, el 53% de los beneficiarios del IFE cobraron su primera liquidación en una cuenta bancaria abierta en este período.
El gran problema no es entonces el acceso, sino la falta de conocimiento. En Argentina, 8 de cada 10 personas que tienen una cuenta bancaria retiran cada mes todo su dinero, que vuelve -en mayor medida- a la economía informal. Otro problema que conlleva esta situación es la falta de seguridad y el desaprovechamiento de las ventajas que tiene el sistema bancario y financiero formal.
El papel de las Fintechs
En Argentina, la Cámara Argentina de Fintech asegura que son 270 compañías las que ya operan en este rubro. Estas se dividen por su tipo de especificidad: billeteras virtuales y pagos digitales, crowdfunding, seguros, créditos y préstamos, entre otras categorías. Estas empresas son las que más han crecido en los últimos años y son la última innovación de la industria financiera.
Pero, ¿qué son las billeteras virtuales? Si bien esta definición es bastante amplia, puede decirse que son plataformas tecnológicas para acceder a servicios financieros y permiten a los usuarios enviar y recibir dinero, recargar su celular, pagar servicios y realizar compras en tiendas físicas, scanneando un código QR. Estas aplicaciones se descargan en un smartphone y, dependiendo del caso, el usuario podrá vincularlo con su cuenta bancaria o con su cuenta de Fintech, digitalizar su dinero y empezar a operar. Las más populares en Argentina son: Mercado Pago, NaranjaX, Ualá, NuBank y Brubank, y hablaré de ellas en mayor detalle más adelante.
Volvemos a los números. Según un reciente informe realizado por Accenture y la Cámara Argentina de Fintech, en Argentina ya son más de 6,5 millones los usuarios activos de billeteras virtuales. Entre 2018 y 2019, los pagos a través del celular pasaron en Argentina de 15,8% a 36,5%; y, en adición, el número de personas que dicen utilizarlo como su principal forma de pago se cuadruplicó, pasando de 0,7% a 4,3%.
Si lo que se quiere es lograr avances en cuanto a la democratización de los pagos digitales, es necesario abordar las limitaciones del sistema desde otra óptica. Este viene siendo el leitmotiv de la gran mayoría de las empresas Fintech: utilizar tecnología para potenciar el abanico de servicios financieros, más simples, más innovadores, a un menor costo y con mayor usabilidad. De hecho, hace algunas semanas el BCRA aprobó la creación de un “QR interoperable”, para que cada comercio exhiba un único código QR que pueda ser leído por las distintas billeteras virtuales.
Todo esto demuestra que las empresas Fintech tienen el ojo puesto en la experiencia de los usuarios, para mejorar el acceso de las personas y fomentar su desarrollo, algo que la banca tradicional parecía haber dejado de lado. Esa es la verdadera inclusión financiera.