A grandes rasgos, se pueden agrupar las soluciones de IA más utilizadas en tres distintos tipos, según sus funciones: análisis de datos, porque las enormes cantidades de información son la llave para las decisiones estratégicas y el rol de la IA es organizar y clasificar esos datos relevantes para el negocio; automatización de procesos, porque mecanizar algunas tareas permite resolver en menos tiempo y con menos recursos; y asistencia a clientes, porque la IA permite dar respuestas automáticas y eficientes a través de chatbots que se perfeccionan con la experiencia. Como consecuencia de estas funciones, la IA también tiene un impacto profundo en la innovación: gracias a una mejora en los tiempos, las personas pueden dedicarse a la creatividad y el desarrollo.
Análisis de datos
La gestión y el análisis de grandes volúmenes de datos resultaría imposible sin herramientas de IA que permitan procesarlos para obtener la información que realmente vale.
La empresa española Carto, por ejemplo, se centra en localización inteligente y ofrece a sus clientes la posibilidad de ver los conjuntos de datos volcados en mapas. Ideal para supply chain, logística y delivery.
Epinium, gracias a la inteligencia artificial y al big data, analiza anomalías en el mercado y ofrece recomendaciones. De esta manera, las compañías pueden detectar problemas en sus propios productos, además de descubrir tendencias del mercado. Por ejemplo, analiza las ventas en Amazon en tiempo real de quien la implementa y permite impulsarlas y potenciarlas.
Automatización de procesos
El caso más común está en el área de recursos humanos. Incorporar IA en el proceso de reclutamiento y selección permite, gracias al uso de algoritmos que analizan y filtran las postulaciones de los candidatos, ahorrar enormes cantidades de tiempo. También hay plataformas digitales para tareas administrativas que demandan mucho tiempo y recursos, como controlar ausencias, solicitudes de vacaciones y licencias de manera automática.
Un buen ejemplo en España es Factorial, que además suma funcionalidades de gestión de documentos y evaluación de desempeño. En América Latina, la empresa argentina Zetech automatiza y despapeliza los procesos del área de recursos humanos, con fuerte foco en el onboarding de los nuevos colaboradores.
Asistencia a clientes
En este rubro, las estrellas son los chatbots. La española Botslover, por ejemplo, creó para El Corte Inglés un recomendador de productos que ayuda a responder las preguntas frecuentes de los usuarios y a recomendar más de 2000 productos por hora.
Indisys, la compañía española fundada por Pilar Manchón y luego vendida a Intel, fue la creadora del chatbot clave para el manejo de turnos y evitar el colapso de centros de salud en la campaña por la Gripe “A” en 2010. Santander, por su parte, utiliza chatbots en España para que sus colaboradores puedan resolver dudas sobre seguros.
Un dato curioso es que la UNESCO recomienda que los chatbots tengan tanto nombres femeninos como masculinos, a fin de evitar discriminación por género.
El Ranking europeo de IA
La mayoría de las empresas que dan sus primeros pasos en IA empiezan por incorporar soluciones de aprendizaje automático. Estas son ideales para simplificar procesos que generalmente son muy mecánicos (y aburridos).
El desarrollo de estas tecnologías es, lógicamente, diverso. Según un reciente estudio elaborado por Ipsos y la Universidad Libre de Bruselas, España aún está por debajo de la media europea en cuanto a uso de IA, con un 40%, versus un 42%. El ranking europeo de empresas que sumaron al menos una tecnología de IA está liderado por República Checa, con un 61%; le siguen Lituania y Bulgaria, con 54%; y Austria y Luxemburgo, con 51%.
Por supuesto que existen empresas cuyas posibilidades para sumar este tipo de soluciones son mayores que otras. Las razones varían entre cuestiones técnicas, económicas o de conocimiento. En este sentido, los encuestados respondieron que las principales barreras para su adopción son: la dificultad para contratar profesionales cualificados (57%), la inversión (52%), y el costo de adaptar los procesos operativos (49%) a su actual modelo de negocio.
Más allá de los diferentes casos de uso, de su más o menos desarrollo, queda claro que el potencial que IA trae a la innovación llevará a formas de producir, distribuir y acceder a nuevos productos y servicios. La automatización no implica únicamente mejorar las cargas operativas, sino la posibilidad de utilizar ese tiempo para cuestiones más productivas, o incluso, más divertidas y creativas. ¿Está lista su empresa para dar el próximo paso?