La cantidad de dispositivos con eSIM — la evolución de las SIM cards físicas hacia la virtualidad — alcanzó los 110 modelos entre smartphones, portátiles, relojes inteligentes y tablets. La jugada de Apple al incluirla en los nuevos iPhones pone presión sobre el mercado, que parece reaccionar recién ahora a una tecnología que lleva un lustro de vida. ¿Cómo es el futuro de las eSIM y por qué hay tanto optimismo?
Los móviles hace años dejaron de ser solamente teléfonos. Pero, pese a su evolución, las tarjetas SIM se mantienen casi sin alteraciones desde 1991, año en el que hicieron su debut. La primera eSIM fue lanzada en 2016: Samsung presentó un smartwatch con esta tecnología. Luego, en el Mobile World Congress de 2017, Qualcomm hizo una demo en vivo de su solución.
Apple, decidido a innovar en eSIM
La compañía de California se metió en el tema también en 2017 y a 18 meses del lanzamiento de los iPhones con eSIM, Samsung y Huawei las introdujeron en sus smartphones. Ahora, la marca de la manzanita dio un paso más que podría alterar el curso de las cosas. Esta drástica decisión trae nuevas (y no tan nuevas) discusiones en la industria.
El nuevo iPhone 14, lanzado hace unos días, se ofrece en Estados Unidos y Puerto Rico únicamente con el sistema eSIM. Esto pone presión tanto a las operadoras, para adaptar rápidamente las tecnologías, como también a los propios competidores de la marca que comanda Tim Cook.
Metafórica y literalmente, ese espacio interior del dispositivo — que podría servir para incorporar más sensores, espacio de almacenamiento, memoria o incluso batería — ahora está en disputa.
La visión a futuro
La sensación es mixta. Hay optimismo y pesimismo en partes similares sobre cómo serán los próximos años de esta tecnología.
Por un lado, hay quienes apelan a que la transición será lenta, basada en la falta de conocimiento de los clientes. De acuerdo con un estudio de la GSMA, apenas el 17% de los usuarios en Estados Unidos conocen bien de qué se trata esta tecnología. A nivel global, el promedio asciende al 20%. A eso, hay quienes alegan que no trae grandes cambios en la usabilidad, lo que no motivará la demanda por parte de los usuarios.
En contraposición, ese mismo informe de la GSMA se muestra optimista. Según anticipan, la eSIM traerá nuevas oportunidades de desarrollo. “Las renovaciones de dispositivos 5G representan una oportunidad para impulsar la transición a eSIM, ya que más dispositivos 5G tendrán capacidad eSIM”, aseguran. Además, indican que ya hay 175 proveedores de servicios móviles que lanzaron el servicio de eSIM para smartphones en al menos 69 países.
La estrategia de expansión de esta tecnología tiene que estar acompañada por beneficios concretos para los usuarios. Es que al no brindar ventajas directas o sustanciales en la usabilidad, la transición de eSIM debe proponer mejoras de hardware si lo que se busca es ganar la simpatía de los clientes.
Y ahí es donde los fabricantes tendrán que apelar a la creatividad y la innovación. ¿Qué harán ahora con ese espacio? La eSIM está lista para masificarse, pero depende de ellos convencer a los usuarios que la apuesta vale la pena.