La ciudad de Ginebra — mi barrio, sin ir más lejos — fue el epicentro de la innovación tecnológica durante la reciente conferencia “AI For Good” organizada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU) en 2024. Este evento global, que reunió a expertos de todo el mundo, se centró en cómo la inteligencia artificial (IA) puede ser una fuerza impulsora para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Uno de los momentos más destacados de la conferencia fue la intervención de Tristan Harris, un renombrado defensor de la ética en la tecnología y cofundador del Centro para la Tecnología Humana. Harris, conocido por su trabajo sobre el impacto de las tecnologías digitales en la sociedad, presentó un discurso que resonó profundamente entre los asistentes, abordando temas cruciales como la “carrera por el compromiso” y el concepto de “embellecimiento” en el contexto de la inteligencia artificial.
La Carrera por el Compromiso
Harris explicó cómo la “carrera por el compromiso” está transformando la manera en que interactuamos con la tecnología. En la actualidad, las plataformas digitales compiten ferozmente por captar nuestra atención. Este fenómeno, impulsado por sofisticados algoritmos de IA, tiene profundas implicaciones para la salud mental y el bienestar de los usuarios.
“Las aplicaciones y plataformas están diseñadas para captar y mantener nuestra atención el mayor tiempo posible”, afirmó Harris. “Este modelo de negocio, basado en la economía de la atención, nos lleva a un ciclo interminable de distracciones y sobrecarga de información”. Harris subrayó que este enfoque no solo afecta la productividad individual, sino que también tiene repercusiones más amplias en la sociedad, como la polarización y la desinformación.
Durante su presentación, Harris hizo un llamado a los desarrolladores de tecnología y a los responsables políticos para que consideren el impacto a largo plazo de estos sistemas en los usuarios. “Necesitamos un cambio paradigmático en la forma en que diseñamos y regulamos nuestras tecnologías. La IA debe ser una herramienta para mejorar la vida humana, no para explotarla”, enfatizó.
El Embellecimiento: Redefiniendo la Percepción Humana
Otro tema central en el discurso de Harris fue el concepto de “embellecimiento” y cómo la IA está cambiando nuestra percepción de la realidad. Harris describió cómo las tecnologías de IA están siendo utilizadas para crear imágenes y experiencias que son intencionalmente más atractivas y adictivas de lo que la realidad puede ofrecer.
“El embellecimiento no es solo una cuestión estética; tiene implicaciones profundas para nuestra psicología y nuestra cultura”, dijo Harris. Con el uso creciente de filtros en redes sociales y aplicaciones de edición de imágenes, la percepción de la belleza y la realidad se distorsiona, llevando a expectativas poco realistas y, a menudo, dañinas.
Harris argumentó que esta tendencia puede tener efectos negativos en la autoestima y el bienestar emocional, especialmente entre los jóvenes. “Cuando las imágenes que vemos están constantemente mejoradas y perfeccionadas, comenzamos a ver nuestras vidas y nuestros cuerpos como insuficientes”, explicó. “Esto puede llevar a una espiral de inseguridad y ansiedad”.
La Responsabilidad de los Creadores de Tecnología
En su discurso, Harris también abordó la responsabilidad ética de los desarrolladores de tecnología. Hizo hincapié en la necesidad de diseñar sistemas de IA que prioricen el bienestar humano y la sostenibilidad por encima del beneficio económico.
“Los creadores de tecnología tienen un papel crucial en moldear el futuro”, afirmó. “Deben considerar no solo lo que sus productos pueden hacer, sino también lo que deben hacer para promover una sociedad más justa y equitativa”. Harris sugirió que las empresas tecnológicas deberían implementar principios de diseño ético y transparencia en sus prácticas para garantizar que sus productos no perpetúen daños sociales o psicológicos.
IA para el Bien: Un Futuro Prometedor
A pesar de los desafíos, Harris se mostró optimista sobre el potencial de la IA para el bien. Destacó varios ejemplos de cómo la IA ya está siendo utilizada para abordar problemas globales, desde la detección temprana de enfermedades hasta la mitigación de desastres naturales. “La IA tiene el potencial de ser una herramienta poderosa para el cambio positivo”, dijo. “Pero debemos asegurarnos de que su desarrollo y uso estén guiados por principios éticos sólidos”.
La conferencia “AI For Good” en Ginebra 2024 fue un recordatorio poderoso del potencial transformador de la inteligencia artificial. Las palabras de Tristan Harris resonaron profundamente, subrayando la necesidad urgente de un enfoque ético en el desarrollo y uso de la tecnología. A medida que avanzamos hacia un futuro cada vez más digital, es crucial que prioricemos el bienestar humano y la sostenibilidad en el corazón de nuestras innovaciones tecnológicas.
La inteligencia artificial no es solo una herramienta; es un reflejo de nuestros valores y aspiraciones como sociedad. Si utilizamos su poder con sabiduría y responsabilidad, podemos construir un futuro donde la tecnología no solo nos asombre, sino que también nos eleve. En última instancia, la carrera por el compromiso y el embellecimiento debe ser reemplazada por una carrera hacia la humanidad y la justicia, donde cada innovación nos acerque más a un mundo mejor para todos.