Durante el AI For Good Global Summit, que se llevó a cabo en Ginebra el 6 y 7 de julio pasado. hubo expertos que compartieron sus ideas sobre cómo la IA y la robótica están contribuyendo a la sostenibilidad espacial.
La sostenibilidad espacial plantea el desarrollo y la utilización de los recursos y capacidades en el espacio de manera responsable, con el objetivo de preservar y mantener el entorno espacial a largo plazo. Esta noción se basa en la idea de que el espacio exterior, incluyendo la órbita terrestre baja y más allá, debe ser utilizado de manera sostenible y cuidadosa, de modo que se minimice el impacto negativo y se garantice su disponibilidad para las generaciones futuras.
La sostenibilidad espacial abarca una variedad de aspectos, entre ellos:
Gestión de residuos espaciales: Con el creciente número de satélites y objetos espaciales en órbita, existe un riesgo de colisiones y la generación de basura espacial. La sostenibilidad espacial implica la adopción de medidas para prevenir la generación de basura espacial y para limpiar y eliminar los desechos existentes.
Utilización eficiente de recursos: La sostenibilidad espacial promueve el uso eficiente de recursos como el combustible de cohetes, el agua, el aire y la energía en el espacio. Esto implica el desarrollo de tecnologías y prácticas que minimicen el desperdicio y maximicen la utilización de los recursos disponibles.
Conservación del entorno espacial: Se busca proteger el entorno espacial de la contaminación y la degradación. Esto incluye evitar la contaminación de la órbita terrestre baja con escombros espaciales, así como también minimizar las emisiones contaminantes durante las actividades espaciales.
Colaboración internacional: La sostenibilidad espacial implica una cooperación estrecha entre los actores internacionales en materia espacial, como agencias espaciales, empresas privadas y organizaciones internacionales, para establecer estándares y normas comunes que promuevan prácticas sostenibles y eviten conflictos en el espacio.
El problema de la basura espacial
La ITU (International Telecommunications Union) es la encargada de supervisar la regulación del espectro radioeléctrico, ya sea que se utilice en la Tierra o en el espacio.
Con la masificación de los satélites durante las últimas décadas se han formado alrededor de la Tierra una suerte de “autopistas espaciales” que se están congestionando, tal como explicó Moriba Jah, fundador y cientifíco jefe de Privateer. En este momento, nuestro planeta está siendo orbitado por más de 50 mil objetos, de los cuales 4 mil son satélites operativos y el resto, en palabras de Jah, “son basura”.
Durante su exposición, el experto advirtió que nuestro entorno espacial está en camino de parecerse a una escena de la película WALL-E de 2008, en la que se muestra a la Tierra cubierta por un océano de basura orbital.
Para abordar este problema, la empresa Privateer desarrolló Wayfinder una herramienta que rastrea el movimiento en tiempo real de los satélites (y otros objetos) en órbita alrededor de la Tierra. Esta solución permite rastrear y evaluar el movimiento de un satélite en tiempo real, incluso utilizando IA para predecir posibles colisiones orbitales, que representan un riesgo grave (y costoso) para los satélites.
A pesar de la falta de reglas de gestión del tráfico para el espacio, Jah cree que adoptar la colaboración y aprovechar las tecnologías basadas en datos creará un entorno espacial más seguro, limpio y sostenible. Esto puede ayudar a proteger no solo los propios satélites, sino también los servicios esenciales que dependen de ellos, como GPS, cajeros automáticos y comunicaciones terrestres.