En lo que va del 2020, la inflación, según cifras del INDEC es de 26,9%, mientras que la variación interanual respecto a noviembre 2019 es de 37,2%. Tener el dinero “durmiendo” en el banco, sumado a las restricciones que existen para ahorrar en moneda extranjera, obliga a los ciudadanos a pensar nuevas estrategias para ganarle a la desvalorización del peso. Y es ahí dónde las Fintech utilizan la tecnología para llevar soluciones a la medida y para todos.

“Tasas”, “Liquidaciones”, “Rentabilidad”, “Broker” son palabras que para la mayoría de la población son completamente ajenas. Como si se trataran del secreto mejor guardado, siempre en manos de algunos pocos.

Para quienes este tipo de términos resultan agobiantes, son muchas las empresas Fintech que en los últimos años han fijado dos grandes objetivos. El primero tiene que ver con la cuestión educativa: informar a los usuarios sobre lo que es invertir, por qué es importante para mejorar la economía y cómo hacerlo de manera simple y segura. El segundo es el cómo: poner a disposición del mayor número de personas soluciones y productos que democratizan las inversiones y las herramientas para ganarle a la inflación.

En esta línea, la solución más extendida son los Fondos Comunes de Inversión (o FCI). Los FCI son instrumentos de inversión simples y prácticos, que permiten a cualquier persona incrementar sus ahorros. Los fondos reunidos quedan bajo la tutela de una sociedad administradora, como puede ser un banco o una institución financiera, cuyos expertos deciden en dónde invertir el dinero de las personas, como plazos fijos, bonos y/o acciones, tanto locales como internacionales. Al invertir en numerosos instrumentos, se reduce significativamente los riesgos de pérdida de capital, mientras que se pueden acceder a más y mejores alternativas de inversión que si se hiciera de manera individual.

¿Cómo puedo entrar a un FCI?

Existen dos caminos: el tradicional y el Fintech. Para el primero, lo más aconsejable es ir a una entidad financiera o bancaria, como puede ser la de Banco Galicia. Allí, solo será necesario darse de alta como cliente, elegir con qué monto se empieza a operar (tanto en pesos como en dólares) y el banco se encarga del resto.

El segundo camino es ir a una Fintech, como puede ser Mercado Pago, que en países como Argentina o México ha puesto en manos de los usuarios la posibilidad de invertir un pequeño saldo de lo que tienen en sus billeteras virtuales.

¿Cuál es la mejor opción? Eso depende de cada persona. Lo que es seguro es que es una buena manera de ganarle a la inflación y a la pérdida de valor del dinero.