Los servicios de Google como Chrome y Android comenzaron a aceptar a las Passkey como reemplazo de las contraseñas. Los datos biométricos apuntan a ser el estandar de autenticación que ocupe el lugar de las cajas de texto. La opinión de ESET sobre el futuro de la privacidad y la seguridad. 

Hace algunas semanas, Google comenzó a apostar por las Passkey, reemplazando las cajas de texto por datos biométricos. Si bien esta tecnología ya existe, aún no es el estándar. 

La propuesta de la empresa aún está en fase beta, pero es algo que ya hace Apple con iOS 16 en adelante. En un futuro, la idea es que el smartphone sirva como “cerradura” para todos los demás dispositivos; y la “llave”, el dato biométrico. 

Es cierto que las contraseñas tradicionales son cada vez más obsoletas: fueron pensadas cuando las computadoras existían para un puñado pequeño de personas y no tienen el rol que los dispositivos en general tienen hoy en día. Tomará bastante tiempo la adecuación de todos los sistemas, pero todo parece indicar que esa es la dirección hacia la que va la industria.  

No obstante, hay quienes afirman que todavía es pronto para asegurar que las passkey serán el estándar de la seguridad en el futuro

Al respecto, Mario Micucci, Investigador de Seguridad Informática de ESET Latinoamérica, indicó: “Toda futurología es arriesgada, y para este caso habrá que ver como resulta en el tiempo la puesta en marcha de esta tecnología, desde un modelo teórico muchas cosas pueden funcionar de manera ideal pero su puesta en práctica es lo que determinará fehacientemente que tan efectiva y segura es como promete serlo”. 

En ese sentido, Micucci agregó: “es importante considerar que en todo modelo de seguridad siempre está en juego el factor humano y este es difícil de predecir. Que se transforme en el estándar del futuro dependerá de los resultados de su puesta en marcha y de qué tan práctico les resulte a las personas al utilizarlo”.

Para el experto, estos modelos biométricos de autenticación “probablemente sean combinados, tal como sucede hoy con los segundos métodos de autenticación”. Y agregó: “Una huella dactilar, por ejemplo, puede ser muy sólida pero si se logra capturar pierde enteramente su potencial, lo que obliga a utilizar un método complementario que verifique la autenticidad del usuario”.

Por último, el entrevistado concluyó que “por más que existan nuevas tecnologías como sucede actualmente con la biometría, siempre será necesario combinar método si lo que se quiere proteger es demasiado sensible”.

El avance de Alphabet y de Apple en dirección a las Passkey hace pensar que, en algún momento, los siga el resto de la industria. Habrá que esperar para ver, mientras continuamos debatiendo respecto a la privacidad, la seguridad y hacia dónde la tecnología seguirá moldeando el mundo en el que vivimos.