En aquellos países en los que esta medida ya se ha implementado los resultados fueron muy positivos respecto a: mayor balance entre la vida personal y laboral; incremento de la productividad.

Cien años atrás, la Humanidad pasó de trabajar seis días a la semana a cinco. Los grandes avances tecnológicos hoy permiten ser más productivos en menos tiempo, por lo que los términos y los acuerdos laborales merecen no solo una revisión exhaustiva, sino también una actualización que permita un mejor equilibrio entre las responsabilidades y la vida personal y familiar. 

La semana laboral de 4 días plantea la reducción de las 40 horas estándar a 32 horas, manteniendo tanto el mismo salario como también los beneficios. Datos aportados por la organización “4 Day Week” aseguran que esta modalidad de trabajo trae beneficios tanto para las empresas como para los empleados: el 78% de los empleados “están más felices y menos estresados”; y el el 63% de las empresas asegura que les resultó que esta iniciativa les hizo “más fácil atraer y retener talento”.

Bélgica, Portugal, Islandia e incluso el Reino Unido ya están trabajando en estas iniciativas. De hecho, el país ibérico comenzará con un proyecto piloto en el sector privado a partir de julio de 2023 y luego, a partir de 2024, se extenderá a las administraciones públicas. 

En el caso de España, Más País apoyó las cuentas del Gobierno a cambio de que hubiera lugar para un presupuesto público que promocione la semana laboral de cuatro días, con una dotación de 10 millones de euros. El programa otorgará hasta 150.000 euros a cada pyme y se cree que beneficiará a entre 60 y 70 compañías

Ahora, todas aquell pymes que quieran acogerse a este nuevo programa, impulsado por el Ministerio de Industria, deberán reducir la jornada de los trabajadores un mínimo del 10%, manteniendo para sus empleados las mismas condiciones salariales, además de los beneficios existentes.